¿PODRIA TENER MI HIJO TDAH?
TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno de aprendizaje que se caracteriza por no poder mantener la atención voluntariamente durante un periodo de tiempo en diferentes actividades, unido a una falta de control de impulsos y a una alta actividad.
Imágenes cerebrales han mostrado que los síntomas del TDAH están asociados con una serie de anomalías en el desarrollo y funcionamiento de algunas zonas del cerebro. Por ejemplo los escáneres muestran que en niños con TDAH, la corteza cerebral (que juega un papel clave en la memoria, atención, pensamiento y lenguaje) se desarrolla más despacio en general, especialmente en las regiones de los lóbulos frontal y temporal (importantes para la memoria, y el control de la conducta).
El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) afecta a un 5 – 7 % de la población infantil, lo que suele equivaler a un niño por cada aula.
Antes de los 7 años no es recomendable realizar un diagnóstico de TDAH, aunque durante los años preescolares un elevado porcentaje de los escolares ya muestra conductas típicas del trastorno. El diagnóstico en etapa escolar es muy complicado ya que los síntomas del TDAH (inatención, hiperactividad e impulsividad) suelen ser normales en la primera infancia, por lo que no debemos precipitarnos.
Es imprescindible diagnosticar el trastorno a tiempo, para poder ayudar a estos niños mediante un tratamiento a controlar sus impulsos, mejorar su atención, mejorar su capacidad de concentración, y alternativas que les ayuden a descargar su necesidad de activación.
¿Cómo es un niño con TDAH?
Por lo general los niños con TDAH, son niños sin malicia, muy cariñosos, con una bondad tremenda, muy sociales y activos, siempre cuando estén motivados y se sientan bien consigo mismos, pero a base de castañazos en la vida pueden desarrollar malicia ya que siempre se encuentran con castigos, reproches y gritos.
SINTOMAS
Estos comportamientos se suelen dar a menudo.
Desatención o déficit de atención
- No presta atención a los detalles y suele cometer errores por descuidos en tareas escolares y en otras actividades.
- Dificultad para mantener en tareas la atención.
- Dificultad para organizar tareas o actividades.
- Evita tareas que le hacen esforzarse mentalmente.
- No atiende a las instrucciones que se le dicen.
- Parece no escuchar cuando se le habla y tenéis que repetirle una y otra vez las cosas.
- Suele perder o dejarse cosas importantes para realizar las tareas como lápices, bolígrafos, libros, ejercicios escolares, agendas…
- Se olvida de las actividades diarias y las descuida como (lavarse los dientes, vestirse, recoger las cosas)
- Se distrae con facilidad por cualquier cosa sin importancia.
- Tiene dificultad por mantener la atención en dos estímulos diferentes (por ejemplo leer o atender a un dictado y escribirlo en el cuaderno).
Hiperactividad
- Mueve mucho las manos y los pies incluso retorciéndose en el asiento.
- Le cuesta permanecer sentado cuando tiene que estarlo.
- Corre o trepa en situaciones que no debe.
- Le cuesta jugar o participar en actividades de forma tranquila.
- Esta “en marcha” como si tuviera un motor.
- Habla demasiado.
- Expresa con mucha intensidad las emociones.
- Va de un lado a otro sin motivo.
- Le cuesta respetar su turno.
Impulsividad
- Actúa sin pensar.
- Habla en momentos que no debe o responde rápidamente a preguntas sin haberle terminado de hacerle la pregunta.
- Interrumpe a los demás o se mete en asuntos que no van con él.
- Interrumpe en juegos y explicaciones.
- Es poco previsor y olvida planificar.
- Dificultad para aplazar gratificaciones y está impaciente.
- Poca paciencia
- Mar humor o irritabilidad.
- No sabe perder y se pelea por cualquier cosa.
- Destroza sus propias cosas y las de otros.
¿Qué puede ocurrir cuando un niño con
TDAH no es diagnosticado?
- Suele tener problemas en el colegio, debido a su problemática de poder mantener la atención y su falta de concentración.
- Dificultades de aprendizaje y bajo rendimiento, podría estar inmerso en un fracaso escolar continuo e incluso repetir curso.
- Alteración del entorno familiar, en casa suele haber riñas por no saber controlar su hiperactividad, y su dificultad de seguir las normas, esto les crea a los padres sentimiento de culpa, ya que ven que su manera de educar no resulta eficaz.
- Malestar emocional, baja autoestima, depresión, ansiedad, poca tolerancia a la frustración, irritabilidad, incomprensión.
- Comportamiento problemático, que dependiendo de la edad podría llegar tener problemas antisociales, abuso de sustancias.
Pautas para padres de niños TDAH
- Fortalece su autoestima.
- Dale mensajes claros y cortos.
- No se les puede decir “Ves como cuando puedes, quieres”, el niño lleva todo el día esforzándose y recibe ese mensaje (que seria contradictorio), es mejor darles una recompensa verbal y positiva.
- No hacer uso del castigo, si no cumplen con nuestra expectativa.
- No le juzgues, critiques o etiquetes.
- Ponerle metas pequeñas que sepamos que poco a poco las van a ir cumpliendo.
- Emplea el refuerzo positivo.
- Haz actividades que le ayuden a controlarse. O apuntalo a actividades extraescolares como (judo, karate, danza, baile.)
- Todos los días antes de hacer la tarea es bueno tener un tiempo para relajarse y bajar toda esa actividad ya que en el colegio están mucho tiempo sentados teniendo que controlarse y necesitan liberar toda esa tensión. Pueden hacer juegos en los que tengan que hacer ejercicio.
- Entrena la atención con ellos.
- Muestra paciencia y buenas palabras.
- Y sobre todo se su apoyo siempre.
Paula Sorribas Romanillos
Psicóloga
¿Quieres saber si tu hijo tiene problemas con la atención?
Psicólogo Especialista en Infantil y Adolescentes en Zaragoza.
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