¿Cuando acudir a un psicólogo?
Hay momentos de la vida en los que hay cosas que nos desbordan, haciendo que nuestra vida se vea entorpecida, dañada y a largo plazo podría producirnos un gran malestar, mucho sufrimiento y causar problemas en nuestra vida cotidiana haciendo que necesitemos la ayuda de un profesional de la psicología.
Desde mi experiencia como profesional os digo que cuanto antes podáis ponerle freno a ese desbordamiento solicitando ayuda a un profesional mejor afrontareis esa etapa de vuestra vida.
¿Cuando ir al psicólogo con tu hijo?
Cuando tu hijo tiene problemas y no sabes como ayudarle.
Cuando tu hijo por más que estudia no es capaz de conseguir resultados.
Cuando el comportamiento de tu hijo se sale de lo normal.
Cuando piensas que le ocurre algo pero no sabes que es.
Cuando necesitas pautas para padres para mejorar la educación de tus hijos.
Cuando hay peleas de pareja por problemas de los hijos.
Cuando existen problemas dentro de la estructura familiar (dificultad de relaciones padres-hijos, afrontamiento de la adolescencia, problemas entre hermanos, …)
Cuando hay problemas familiares y no sabes como solucionarlos o como afrontarlos.
Cuando ves que tu hijo no se relaciona bien con sus iguales.
Cuando quieres estimular a tu hijo para poder mejorar como persona.
¿Cuando ir al psicólogo para ti mismo?
Cuando una o varias áreas de tu vida se ven afectadas (salud, calidad de vida, seguridad, relación de pareja)
Cuando te sientes lleno de emociones negativas intensas (miedo, rabia, furia, desesperación, tristeza…) que están permanentemente en tu vida, dificultando tu día a día.
Cuando no eres capaz de tomar decisiones o actuar.
Cuando no tienes objetivos claros y te sientes confuso.
Cuando piensas que ya lo has conseguido todo y que ya no hay por lo que luchar.
Cuando nada te hace disfrutar de la vida.
Cuando tienes una sensación de fracaso e inseguridad en tu vida o una mala opinión de ti mismo.
Cuando te sientes incapaz de afrontar los problemas estresantes que están aconteciendo en tu vida, como una ruptura de pareja, un duelo de un ser querido, un problema laboral, problemas con amigos o familiares.
Cuando te importa demasiado la opinión de los demás por encima de la tuya propia.
Cuando quieres conocerte mejor y conseguir mantener buena salud mental a lo largo de tu vida.
Cuando sientes que llevas mucho tiempo con un nivel de estrés alto.